¿CÓMO SABER SI TU HÍGADO ESTÁ CON TOXINAS O INFLAMADO?

Para definir el estado del hígado se requieren diversas pruebas y análisis que den certeza de la real condición de nuestro órgano. No obstante, existen algunas señales de alerta que debemos prestar atención, porque podrían ser síntomas de un hígado con toxinas o inflamado.

IMPORTANTE: Recuerda que las siguientes señales son REFERENCIALES, por ende, si presentas alguno de estos síntomas no te recomendamos asumir una enfermedad al hígado; sino, acercarte a un médico para un diagnóstico más certero.

Mal aliento:

Cuando se disminuye la velocidad de funcionamiento del hígado, las toxinas y deshechos se acumulan en los tejidos, ocasionando el mal aliento.

El mal aliento puede adjudicarse a muchas otras enfermedades. Sin embargo, si vemos que es un hecho recurrente y que se da con mayor frecuencia después de consumir sustancias nocivas podríamos considerar que es producto de un hígado inflamado.

Fatiga crónica:

Un hígado lleno de toxinas suele repercutir en nuestro desempeño físico, generando una sensación de cansancio constante y fatiga crónica. Otros síntomas similares que podrían aparecer son: dolor de cabeza, dolor abdominal, brotes de acné, etc.

Picazón en la piel:

Los altos niveles de bilirrubina y un hígado incapaz de procesar correctamente la bilis genera inflamación y picazón en la piel.

Color de orina y heces:

Una orina de color amarillo muy cargado o heces con tonalidades semejantes al alquitrán, también son un síntoma de que el hígado no puede eliminar correctamente la bilirrubina a través de los riñones.

Inflamación en las piernas, tobillos y pies:

Producto de un hígado alterado, el cuerpo comienza a tener complicaciones para producir y circular proteínas, generando los problemas de circulación en tobillos, pies y piernas.

¿Has presentado alguno de estos síntomas? Recuerda que una rápida atención podría prevenir que estos empeoren. Para prevenir y mantener un hígado nutrido y saludable utiliza Hepadine Forte, un hepatoprotector con vitaminas, ácido fólico y lecitina que mantiene a tu hígado en perfectas condiciones. Conoce más aquí.

¿Qué le hace el alcohol a tu hígado?

Según un informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud), en América, las personas consumen 8,2 litros de alcohol al año, 2,2 litros más que el promedio mundial. (Gestión, 2015). Y peor aún, el alcohol constituye el séptimo factor de riesgo de mortalidad y de reducción de la calidad de vida a nivel mundial. (FEAD, 2018).

El excesivo consumo de alcohol genera principalmente 2 síndromes: hígado graso y cirrosis hepática alcohólica.

Hígado graso

El hígado graso se produce por la acumulación de grasa en las células hepáticas (las ubicadas en el hígado). Esta enfermedad afecta casi al 25% de la población global, y en su etapa temprana puede ser reversible; no obstante, podría desencadenar enfermedades hepáticas avanzadas.

Algunas de las principales causas del hígado graso son: Obesidad, Exceso de grasa abdominal, resistencia a la insulina, ingesta elevada de carbohidratos refinados, consumo de bebidas azucaradas y deterioro de la salud intestinal (Healthline, 2016).

Conoce más sobre el hígado graso aquí

Cirrosis hepática alcohólica

Primero, ¿qué es la cirrosis? La cirrosis es una enfermedad donde el tejido sano del hígado es reemplazado por una suerte de “cicatriz” que con el tiempo impide el buen funcionamiento del hígado.

Algunos síntomas de alerta son la pérdida de apetito, náuseas y vómitos, picazón en la piel o pérdida de peso. No obstante, en casos de cirrosis avanzada, algunos signos podrían ser: la colorización amarilla de la piel o en la parte blanca de los ojos, hinchazón en abdomen y piernas, perdida de tejido muscular, aparición de vasos sanguíneos en forma de arañas, hematomas y hemorragias que aparecen con facilidad, vómitos o heces con sangre, confusión y falta de memoria, alta temperatura, y cambios sexuales como reducción del vello corporal o la atrofia testicular (reducción del tamaño de los testículos).  (Bupa Salud, 2019)

¿Cómo evitar enfermedades al hígado?

Recuerda que las enfermedades puedes tratarlas o prevenirlas. La recomendación es siempre evitarlas. ¿Cómo puedes hacerlo?

– Mejorar tu alimentación, reduciendo grasas y la ingesta de alcohol.

– Visitar un médico anualmente para revisar que tus indicadores no muestren ninguna alarma.

Nutrir tu hígado con alimentos ricos en vitaminas, ácido fólico y lecitina. ¡Para este último punto puedes probar Hepadine Forte! Una cápsula que contiene todos los nutrientes que tu hígado necesita para protegerlo de las sustancias nocivas como las grasas y el alcohol.

Fuentes:

FEAD, 2018. Extraído de: https://www.saludigestivo.es/higado-uno-los-organos-mas-afectados-consumo-alcohol-al-metabolizar-90-absorbe-organismo/

Gestión, 2015. Extraído de: https://gestion.pe/tendencias/peru-tercer-pais-consume-alcohol-region-96077-noticia/#:~:text=Las%20personas%20consumen%2C%20en%20promedio,m%C3%A1s%20que%20el%20promedio%20mundial.

Healthline, 2016. Extraído de: https://www.healthline.com/health/es/higado-graso

Bupa Salud, 2019. Extraído de: https://www.bupasalud.com/salud/cirrosis-inducida-por-alcohol#complicaciones-de-la-cirrosis-alcoh%C3%B3lica

EL SECRETO PARA REDUCIR EL COLESTEROL MALO Y LOS TRIGLICÉRIDOS

Existe un derivado dietético que ha sido considero como un “súperalimento” en los últimos años. ¿De qué sustancia orgánica estamos hablando? De la Lecitina.

La lecitina es un foslipido que contiene grasas beneficiosas para nuestro organismo que ayudan a combatir el colesterol malo, reduciendo nuestros triglicéridos.

¿QUÉ MÁS NOS APORTA LA LECITINA?

Además de las grasas “buenas”, la lecitina nos aporta FÓSFORO, VITAMINA B y VITAMINA E.

Este último nutriente no solo aporta sus cualidades antioxidantes, sino que también es beneficioso para la memoria y la resistencia física.

Del mismo modo, la lecitina mejora nuestra digestión, convirtiéndose en un aliado para tomar antes de las comidas.

¿DÓNDE ENCUENTRO LA LECITINA?

Uno de los principales alimentos de dónde se extrae la lecitina es de la soja, no obstante, nuestro organismo también la produce a través del hígado. Por ese motivo, es que la lecitina es tan importante para nutrir nuestro hígado y evitar problemas hepáticos.

Además de encontrarla en comidas como la soja, las yemas de los huevos o el aceite de girasol, la lecitina es parte de los compuestos de HEPADINE FORTE, el hepaprotector que cuenta con lecitina, ácido fólico, vitamina E, y vitamina B2, B3, B6, B9 Y B12.

Ya no hay excusas para no reducir el colesterol malo y cuidar nuestro hígado con HEPADINE FORTE. Encuéntralo en tu botica o farmacia independiente más cercana.

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